EL IPC Y LOS SALARIOS

¿Qué es el IPC?

El IPC es el «índice de precios del consumo», normalmente se le conoce también como la carestía de la vida. Este indice nos da un porcentaje en el que aumenta la cesta de la compra de nuestras familias, es decir, cuanto más caro es poder comprar en cada año, o en cada mes (IPC mensual), los mismos productos componian nuestra necesidades básicas.

¿Cómo puedo saber el valor del índice IPC?

¿De que forma afecta el IPC en las familias?

Afecta de muchas formas y por supuesto tiene sus consecuencias. Estas consecuencias pueden ser a groso modo que si el IPC aumenta por encima de los salarios estaremos «perdiendo poder adquisitivo» y por el contrario, si los salarios aumentaran por encima del IPC, estaríamos «ganando poder adquisitivo.

Y las formas de afectarnos son variadas, alguna de ellas serían las siguientes, caso por ejemplo de un IPC superior a la subida de los salarios en ese mismo periodo:

  • El valor real de nuestro salario es inferior, porque la posibilidad de compra se ha reducido con respecto al periodo anterior
  • El valor de nuestro patrimonio igual se reduce, porque se reduce la posibilidades de ahorro, o por lo menos en una cuantía inferior al periodo anterior.
  • Los costes fijos de una familia, como por ejemplo el pago mensual del alquiler de una vivienda, se encarece al actualizarse la renta y con ello, vuelve a reducirse nuestra posibilidad de compra y de ahorro o inversión.
  • El dinero ahorrado, «vale menos», aún con el esfuerzo y los recortes realizados para obtenerlo, porque en lo que fueramos a utilizarlo tendría un precio superior al de periodos anteriores.
  • El dinero invertido acabará valiendo también menos, porque si ni el salario ni los ahorros permiten mantener la posibilidad de compra serán menos los que puedan permitirse dicha operación con lo cual se «reducirá la demanda». Ejemplo los precios de la vivienda.
  • Normalmente una subida no desestabilizadora en la UE sería del entorno de como máximo el 2%, acompañado de las correspondientes subidas salariales dentro de dicho entorno. Por encima de dichas cifras están obligados a actuar los Bancos Centrales, y esto supondría la siguiente forma de afectar a las familias: LAS HIPOTECAS y sus cuotas mensuales.
  • Esta reducción para las familias también lo acabaría siendo para el Estado en cuanto a sus impuestos, y como consecuencia de ello la decisión sencilla adoptada por ciertos Gobiernos es el «aumento de los impuestos en su cuantía y en su variedad»
  • La otra consecuencia para las familias, puede dar lugar esta situación, es que aumente el desempleo, dado que llegará un momento que esta subida del IPC se acabe comiendo tanto los salarios como los ahorros, se acabará reduciendo la demanda y con ello la necesidad de puestos de trabajo.
  • También afecta a nuestras jubilaciones, dado que la pérdida de poder adquisitivo se acaba arrastrando hasta el fin de nuestra vida laboral, salvo se diera el caso de que los salarios crecieran por encima del IPC y de la pérdida arrastrada de años anteriores. Con lo cual tendríamos, llegado el momento, una pensión cuyo valor real, al igual que los salarios, no supone la capacidad de compra que años anteriores.

¿Cúal es la diferencia entre el IPC y los salarios en cuanto a sus variaciones?

El IPC como índice se toma sus variaciones normalmente de forma mensual y anual. Por ejemplo el IPC se tiene en cuenta para los alquileres es el que se publique para el mes de renovación o actualización de la renta (mes se cumple un año). Para la jubilación se tiene en cuenta el de noviembre, etc, etc…. Pero lo que varía el IPC durante cada mes es pérdida de poder adquisitivo ya sufrida, YA HA TOCADO DESEMBOLSAR ESOS PRECIOS, ya lo han sufrido en sus bolsillos las familias.

Los salarios sin embargo, se actualizan en base a una «previsión o cálculo esperanzador de que sea así» en los convenios para los empleados de las empresas y en los Presupuestos Generales del Estado para los funcionarios, que durante el transcurso del año y según vamos padeciendo, mes a mes, el coste «real» de la vida (IPC mensual), puede que la previsión haya sido acertada o puede que no. Si es que no, tendremos una pérdida de poder adquisitivo a sumar a la que fueramos arrastrando de periodos anteriores. Pero salvo esta situación sea rectificada, la próxima subida no palia el descosido sufrido, sino que la próxima subida vuelve a ser una NUEVA PREVISIÓN de lo que nos puede deparar el siguiente año. Es decir que el impacto sufrido con un iPC por encima de la previsión realizada, se ha pagado mes a mes con el bolsillo mermado por una previsión erronea y NO SOLVENTADA. Y que salvo se COMPENSE durante el año dicha pérdida, lo próximo que tendremos es un cálculo sobre la previsión de un nuevo año, pero que para nada soluciona la pérdida sufrida. De no solucionarse está situaciòn, los salarios año tras año por la pérdida acumulada representarán MENOS PODER DE COMPRA.

EL IPC.- capítulo primero (EL IPC y LOS SALARIOS)

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